Cementerio

 

Nicho con cúpula en la zona antigua del cementerio. Foto de Enrique Silva Ramírez

La iglesia se edifica durante el siglo XVIII y en el solar contiguo a esta se construye el cementerio parroquial. El cementerio se encontraba adosado al templo en su lado Oeste. Se desconoce en que época dejó de utilizarse.

Miguel Ruiz de Villanueva expide un certificado con fecha 18/09/1806 donde dice textualmente: “En esta población sólo hay un cementerio en lo interior de ella y contiguo a la Iglesia Parroquial; y el no haberse construido otro fuera de la población, como está mandado por las últimas Reales Órdenes ha sido por falta de fondos”. Este camposanto fue proyectado por Juan Antonio Munar y había quedado fuera del marco legal establecido durante el reinado de Carlos III, pero aún continuaba prestando servicios.

Un informe posterior con fecha 28/03/1808 de Antonio de Espinar Fernández Delgado, detalla que el cementerio contiguo a la Iglesia, está en una situación bastante peligrosa y perjudicial para la salud pública. Influía además los continuos vientos de Levante y Poniente que ocurrían en la zona. La corrupción de los cadáveres y de otras producciones que hacían que la población respirase dicho aire.

Por lo tanto por razones de salud pública y peligro sanitario para la población circundante se prohíbe el enterramiento en dicho lugar, el cual está cerca de las viviendas y de la población. Muchos pueblos y ciudades no habilitaron, y entre ellos Roquetas, lugares adecuados en sus entornos. Se incumple la Real Orden de Carlos III y se siguen enterrando difuntos en capillas, templos, ermitas e iglesias, así como no se trasladan los cementerios a las afueras del núcleo de población. También influyó el retraso en este traslado que estallaría en España la guerra de la Independencia y sus turbulencias por aquellos años. Un período bélico unido al factor económico haría que se demorase la construcción de un nuevo cementerio a las afueras.

Se han perdido las partidas de defunción desde 1832 hasta 1851, por lo tanto se desconoce en que año dejó de utilizarse. Hasta 1832 las partidas de defunción dicen textualmente “En el cementerio de la iglesia de Roquetas”. Pero se perdieron las partidas de defunción desde finales de 1832 hasta 1851. En las de 1851 se dice “Como cura párroco…”. En 1852 se tienen constancia de las intervenciones del ayuntamiento en la restauración del cementerio. Una posibilidad es que el nuevo cementerio se habilitase a finales de 1832 ya que las partidas de defunción de ese año comienzan diciendo: “En el cementerio de la Iglesia Parroquial de Roquetas, extramuros de ella…” Es probable que antes de concluir el reinado de Fernando VII se traslade el cementerio extramuros de la población en aplicación de las normativas higiénicas imperantes desde finales del siglo XVIII.