Anécdotas

  1. El 22 de marzo de 1790 se concedió a Roquetas y Vícar un beneficio con una renta anual de 5.305 rs. vn. Los diezmos que se pagaban estaban regidos por la ordenanza de 1775 para la diócesis de Almería. De diezmo se recolectaban: 30 fanegas de trigo, 200 fanegas de cebada, 40 fanegas de maíz y 80 quintales de barrilla. Además la iglesia tenía la propiedad de una pequeña extensión, una capellanía, donde se recolectaban 50 fanegas de cebada anuales. El precio de la fanega de cebada era de 50 rs. vn., lo que hacía un total de 750 rs. vn.
  2. Al comienzo del siglo XIX se abren los primeros libros sacramentales propios distintos de los de Vícar, ya que Roquetas cuenta ya con cierta entidad.
  3. El 26 de marzo de 1877 el alcalde pone en conocimiento del Gobernador que debido a las muchas peticiones realizadas por los concejales, se elija como colegio electoral para las próximas elecciones municipales el local de la iglesia de la Virgen del Rosario. Desocupar dicho local para poder albergar las elecciones.
  4. El 5 de abril un fuerte temporal con viento de poniente, viento del oeste, partió en redondo la veleta que había en la torre de la iglesia.
  5. El 25 de noviembre de 1878 bajo la presidencia del alcalde y diferentes autoridades civiles, eclesiásticas y educativas se aprueba la instalación de la “Escuela Dominical”. El cura párroco ofreció costear de su propio dinero, libros, papel y tinta que fueran necesarios. El profesor se ofreció a dar la instrucción de manera gratuita, y dispuso el local destinado a escuela pública y menaje con el que se contaba. El obispo autoriza dicha “Escuela dominical”.
  6. “El frontón de la iglesia”. Roquetas se fue ocupando paulativamente de familias y personas que vinieron de otros pueblos. De pueblos de la cuenca del río Andarax, de pueblos como Terque, Alboloduy, Íllar, Ragol, Alhama de Almería, Huércal de Almería, Viator y Rioja trajeron consigo un deporte que era desconocido en Roquetas y que sin embargo en la cuenca del Andarax y Almería gozaba y goza de arraigo y tradición. Ese deporte era el frontón o juego de la pelota. Se jugaba en la fachada lateral de la iglesia. Se empezó a jugar desde aproximadamente 1890 hasta 1916 que se prohibió totalmente, ya que resultaba molesto el ruido que producía la pelota al golpear contra la pared. Incluso se practicaba durante la celebración de ceremonias religiosas. Una ordenanza del ayuntamiento prohibió dicho deporte en dicho lugar. Se llegó a sancionar a quien incumplió dicha ordenanza municipal. El frontón iba desde la puerta lateral de la iglesia hasta la torre, la cual hacia esquina y sobresalía hacia afuera. El párroco mandó quitar la cinta que delimitaba si se hacía falta o no. Se encontraba a un metro de distancia del suelo. Dicha cinta era metálica, a modo de franja, y estaba fijada en unos tacos de madera incrustados en la pared.