Las Minas de Bédar

 

Las explotaciones de minas se remontan a la época árabe desde 1525, aunque su mayor apoyo comienza en 1888, estando ya en manos cristianas. Tras varios paréntesis, coincidiendo con las Guerras Mundiales, cierran en 1970 definitivamente, dejándonos un importante legado arqueológico industrial.

La minería, empieza por ser una estrategia política, en 1525, para implantar la fe cristiana en los territorios ocupados por los Musulmanes, en las proximidades de Serena.

En 1569, todavía se encontraban en explotación y se aprecia la existencia de 115 minas en Bédar en 1846 (la mayoría de ellas de hierro).

Cuando se produce la apropiación de la Sociedad Martinete, perteneciente a la órbita de los Orozco, en 1858, que empieza una explotación a mayor escala.

La falta de transporte adecuado para el mineral venció el intento de explotación.

A su vez, la Compañía de Águilas, también fracasaba con su lavadero de plomo en el Pinar, es por lo cual decidió arrendarle las minas a la Sociedad Martinete y así instalar el cable aéreo más largo de España y segundo de Europa, en aquella época, que iba desde Serena a Garrucha.

Un propietario de algunas de las minas de Bédar era Clifton Perket, Vicecónsul inglés, en Garrucha que decidió cederle al industrial Vizcaíno, Víctor Chávarri y Salazar, un paquete de minas a cambio de construir un ferrocarril.

Se crea entonces, las sociedades de Minas Chávarri, Lecocq y Cia y Sociedad Vizcaína de Bédar, con capital inglés y vasco, con la construcción del ferrocarril y del Cable Aéreo.

Se incrementaron las pequeñas sociedades locales utilizando los transportes ya existentes como Ureña, Trinidad y la Garrucha Fron Mining Company Ltd.

Después de la 1ª Guerra Mundial, hay un parón en la actividad minera que retornará toda su fuerza en el año 1919, cuando se asocian a Sociedad Chávarri y Cia, con la Sociedad la Unión Bedareña.

En la década de los veinte, se paraliza de nuevo, hasta que en 1952, la empresa Hierros de Garrucha, vuelve abrir las minas hasta su cierre definitivo, en 1970.

Se puede acentuar que en el siglo XIX, la actividad minera del municipio de Bédar marco una etapa de prosperidad, siendo la tercera cuenca de hierro en importancia que tenga la provincia, detrás de Filabres.

Para saber más:  

Los mineros