Felix: Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación

La iglesia de Felix, erigida a la entrada del pueblo, como fondo de la empinada cuesta de acceso, ocupa un lugar privilegiado dominando la plaza principal, que se prolonga por el flanco sur dando forma al popular “paseíllo», verdadera atalaya o mirador sobre el dilatado panorama que desciende hasta el mar.

La nave mayor o de pie de cruz, de forma rectangular, ocupa el mismo lugar de la mezquita árabe, convertida por los Reyes Católicos en templo cristiano bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación, cumpliendo un deseo personal de la reina doña Isabel. La erección canónica se proclamó en 1505 por el arzobispo de Sevilla fray Diego de Deza, cuando ya eran transcurridos quince años desde la reconquista y había quedado totalmente suprimido el culto de la religión islámica.

Según menciona el Libro de Repartimiento de la Ciudad de Almería de 1491, el alfaquí mayor de Felix, Mahomat Alcozulí, no aceptó la condición de vasallo mudéjar y partió al allende africano. Sus bienes privados fueron adjudicados a la Orden de los Trinitarios, que desde su convento en Almería colaboraban con el párroco de Felix en la evangelización de los moros sometidos. En cuanto a los habices, propiedades o usufructos anejos a la mezquita, pasaron íntegramente y a perpetuidad a la iglesia parroquial de La Encarnación.

A mediados del siglo XVI el obispo de Almería don Antonio Corrionero, cuyo escudo campea sobre la puerta principal de la iglesia, emprendió obras de remodelación en la primitiva nave rectangular, ejecutándose el hermoso artesonado mudéjar que se conservó hasta el siglo XIX. El proyecto de Corrionero comprendía además la ampliación de la iglesia para darle su forma actual de cruz latina, plan que debió quedar suspendido por la rebelión morisca, completándose las obras del crucero durante el siglo XVII, hecho que los técnicos deducen por el estilo barroco del propio crucero y de la capilla mayor, que responden a las formas de arquitectura religiosa usuales en aquel período: cuatro arcos torales y bóveda de media naranja sobre pechinas, con los característicos lunetos, nervios y cenefas en relieve, propios de la época. Documentos de la catedral indican que todavía en 1631 el maestro Antonio de Leonis realizaba obras en la iglesia de Felix por cuenta del cabildo catedralicio de Almería. Se consideran de la misma época los esgrafiados que abundaban (aún se conservan algunos) en la cara exterior de los muros de esta nave, realizada bajo la influencia del estilo mudéjar.

Luis López Navarro.