Redes sociales: Ética y moral

DESCONEXIÓN MORAL Y REDES SOCIALES

Concepto de Ética y Moral

Tu vida en las redes sociales tiene público

El Efecto de las Redes Sociales. ¿Son Perjudiciales?

Ventajas y desventajas de las redes sociales

La adicción de las pantallas

¿Qué es la ética en el uso de redes sociales?

La ética entendida como la reflexión última que cada persona -usuarios de las redes sociales online (RSO) en este caso- asume respecto a los valores o principios morales universales, tales como la Libertad, la Solidaridad, la Justicia, el Bien Común… el Respeto Mútuo.

LA ÉTICA EN LAS REDES SOCIALES

Las redes sociales online (RSO) han propiciado un clima favorable para el ejercicio pleno de las libertades ciudadanas; sin embargo, algunas conductas habituales en ese entorno, reñidas con la ética y la legalidad, ponen a prueba el sistema, y a veces lo resienten. La solución: tener coraje para vivir en ese entorno, solidaridad para convivir y prudencia para sobrevivir.

Una de las razones del éxito de las redes sociales online es que hacen posible el ejercicio de la libertad de los seres humanos a niveles nunca antes vividos, salvo en los primeros tiempos de las comunidades originarias.

Hoy en día, gracias a Internet, la última de las herramientas de comunicación que ha hecho posible la masificación de las ideas y su difusión a escala global, más de un tercio de la poblacion mundial está conectada y logra a diario expresarse incluso fuera de su ámbito natural.  Y lo que es más importante: seres desconocidos y geográficamente distantes suelen entrar en contacto con otros a lo largo y ancho del planeta, y compartir por el sólo hecho de hacerlo.

Eso es realmente fabuloso.

Sin embargo, la propia dinámica de la interacción a menudo pone a prueba el sistema nodal global y en ocasiones lo resiente. Todo ello como consecuencia de las conductas en la red que no se corresponden con la democracia, el buen vivir, con la convivencia pacífica y civilizada. Esas conductas reprochables y mezquinas que van a contramano de la realidad 2.0 que a diario se construye en comunidades globales, diversas y plurales, pero homogéneas en el propósito de compartir.

Cuando eso ocurre, los policías de la red suelen sugerir y adoptar entonces medidas tendientes a  la aprobación de instructivos, reglamentos o leyes referidas, por ejemplo, a la privacidad, a la preservación de los datos personales, a la responsabilidad por el uso de contenidos, a la protección de los contenidos creativos, difamación, acoso o cyberbullying, a la protección de la propia imagen…

No dudamos de la eficacia de un control basado en la Ley, pero apostamos en primer término por un sistema de autocontrol basado en la ética. La ética entendida como la reflexión última que cada persona -usuarios de las redes sociales online (RSO)  en este caso- asume respecto a los valores o principios morales universales, tales como la Libertad, la Solidaridad, la Justicia, el Bien Común…el Respeto Mútuo.

Un sistema así consagrado tiene su soporte en la moral, no tiene fuerza coactiva ninguna porque pertenece siempre al reino de la libertad.  Es apostar al individuo oficiante de las redes sociales online, y al cuidado de sí mismo y por ende del entorno como respuesta social. El cuidado de sí, es ético en sí mismo; pero implica relaciones complejas con los otros, en la medida en que este éthos de la libertad es también una manera de ocuparse de los otros, decía Foucault.

Para eso, propone Savater, hay tres posturas de vida, las cuales -decimos nosotros- son aplicables perfectamente al entorno digital, y particularmente al de las redes sociales online. Veamos:

1. Coraje para vivir.

Erradicando el miedo, los temores ante el otro, la zancadilla, el descrédito, lo cual suele verse en los tl, muros, o boards  de las redes sociales online donde se prioriza por la descalificación personal del otro en vez de optar por el disenso basado en la confrontación de las ideas.

2. Generosidad para convivir.

Eso implica ponerse en el lugar del otro, e intentar desde esa perspectiva ofrecer todas las respuestas a nuestra propia inconformidad con el entorno.

3. Prudencia para sobrevivir.

Desarrollando lo mejor de nosotros, creando conciencia tanto de lo que nos hace mejores como de lo que nos pone en riesgo, lo que nos destruye. Ni más ni menos lo que se lee en Macbeth: “Yo me atrevo a lo que se atreve un hombre, quien se atreve a más ya no lo es”.

No pretendemos unas redes sociales exentas de disenso y confrontación. No propiciamos un entorno digital desprovisto de normas legales.

Sin embargo, aspiramos sí, por encima de todas las cosas, un entorno de redes en el que los mecanismos de autorregulación sean cada vez más habituales y efectivos. Mecanismos basados primordialmente en la ética, no en la ley. Pues, concluyendo con Savater, la ética no es sino una estrategia para autoafirmar nuestra vida en cuanto humana, es decir, comunitaria y libre.

¿Cuáles son las consecuencias éticas de las redes sociales?

Las redes sociales a través de una reflexión ética

La argumentación de ética y redes sociales es crítica y propositiva a la vez, y está dirigida a considerar los múltiples aspectos que rodean el tema.

Si bien es cierto que las redes permiten disminuir la distancia y acercar a las personas, también crean un desierto a su alrededor y se convierten en barreras, por lo que los usuarios pueden verse encapsulados en ellas de tal forma que la calidad de la convivencia con el prójimo ya no es cara a cara, sino un simple compartir un mismo lugar.

Ética y redes sociales tiene como premisa elemental que la crítica debe apuntar su mirada a los efectos que produce el uso de la tecnología en la sociedad, sin dejar de lado el importante papel que la ética juega en la vida social.

La necesidad que tiene el hombre de considerar lo virtual como real. Lo interesante es que lo virtual va ganando terreno a lo real, mientras que lo real pierde lentamente su significado propio y lo va adoptando poco a poco de lo virtual.

¿Qué actividades no éticas pueden ocurrir en las redes sociales?

Algunas de las acciones poco éticas más comunes que se llevan a cabo en el uso de las redes sociales académicas pueden ser las siguientes: compartir fotos que atenten en contra de la integridad de otras personas, el robo de identidad, el robo de la propiedad intelectual, las amenazas físicas y verbales, y la difamación…

La moral en las redes sociales

Aportes de las redes sociales a la evangelización

Las redes sociales por internet son nuestro nuevo areópago, como dijo Benedicto XVI: “Ayuda a revivir la experiencia del Apóstol de los Gentiles cuando en Atenas, tras haber predicado en numerosos lugares, se dirigió al areópago y anunció allí el Evangelio usando un lenguaje que hoy podríamos definir ‘inculturado’ (cfr Hch. 17,22-31). Ese areópago, que entonces representaba el centro de la cultura del culto pueblo ateniense, hoy ‘puede ser asumido como símbolo de los nuevos ambientes en los que se debe proclamar el Evangelio’ (Redemptoris missio, 37). En efecto, la referencia a ese acontecimiento constituye una invitación apremiante a saber valorar los ‘areópagos’ de hoy, donde se afrontan los grandes desafíos de la evangelización […]”. Resuenan confortadoras también para nosotros las palabras que Jesús le dirigió en Corinto: “No tengas miedo, sigue hablando y no calles; porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte mal” (Hch. 18,9-10)2

¿Qué aportan las redes sociales a la religión?

Desde ese nuevo areópago, pensamos que, aun siendo una ardua tarea, las redes sociales online nos aportan los siguientes elementos, y muchos más que cada uno podrá encontrar.

• Facilidad de encuentro con otros creyentes a los que nunca conoceríamos sin la ayuda de las redes sociales online. De ahí vendrán muchas consecuencias en el enriquecimiento de la experiencia vital, personal/grupal y en la fe. Las redes sociales también nos ayudan a comprender que muchas descalificaciones que vienen desde ámbitos contrarios a la fe son falsas. La convivencia en red nos hace ver que los creyentes somos gente normal, ni raros, ni santurrones ni retrógrados, sino personas que apostamos por unos valores transcendentes desde la normalidad del trabajo y de la vida diaria en sociedad.

• Multiplicidad y gran número de usuarios que ayudan a que llegue la difusión de nuestra fe de manera muy amplia, a la par que permite el diálogo con “los otros” que puedan pensar diferente.

• Amplísima oferta de formación online en la fe, tanto general como específica, formal y reglada o informal; y en todos los niveles de conocimiento, desde los más básicos hasta el superior.

• Muchísima información de todo el mundo eclesial, sus organismos, instituciones, agrupaciones, movimientos y grupos de todas partes y características.

• Cercanía, apoyo y conocimiento del resto de creyentes, saber que “no estoy solo”, descubro gentes y grupos afines y puedo aumentar y mejorar en mi fe y mi vida cristiana, siendo también ayuda y soporte para otros.

• Llegar a aquellos que han abandonado la fe o ni siquiera la conocen, hacer una primera evangelización de forma sencilla y directa, fresca y adecuada a los nuevos tiempos, con los múltiples recursos audiovisuales que nos prestan las redes online.

• Ayuda y orientación religiosa en cualquier problema vital o duda existencial.

• Conocimiento de primera mano de la realidad vivencial en la fe y la acción social del resto de creyentes y de sus grupos y asociaciones. Posibilidad de sumarse a ellos y/o de realizar nuevas experiencias de fe, de evangelización y de actuaciones socio-caritativas.

• Más evangelización con la creación y multiplicación de nuevas redes sociales en ámbitos nuevos, llegando a nuevos usuarios.

• Poder comunicarnos la fe con creatividad y, muy importante, propiciando y potenciando las figuras de influencers creyentes en cualquier ámbito de las redes sociales online.

Islam y redes sociales. Las redes sociales para los musulmanes.

La misión de los musulmanes es aprender, poner en práctica y transmitir el mensaje del Islam. Utilizar el tiempo sabiamente y mantenerse alejados del pecado. En cuanto a la transmisión del hermoso mensaje del Islam, hay que usar todo lo que esté a disposición para llevar a cabo esta tarea.

El Islam regula cómo usar las redes sociales, lo que puede entenderse con la parábola de usar un cuchillo. Usted puedes usar un cuchillo para cocinar o como arma para hacer daño a alguien. Depende de cómo lo use. De la misma manera, las redes sociales deben ser usadas sabiamente, tomar lo bueno de ellas y dejar lo que no es beneficioso.

Hay revistas, foros de internet, blogs, wikis, redes sociales, podcasts, libros y tantas otras cosas a las que tenemos acceso. Hay que asegurarse que se utilizan de forma manera correcta.

Por ejemplo, se puede conectar con muchos académicos y estudiantes de conocimiento en Facebook, Twitter y YouTube y beneficiarse enormemente. Puede mantenerse en contacto con familiares y amigos lejanos. También puede conectarse con sus contactos profesionales a través de LinkedIn. Asegúrese de que sus amigos en línea sean personas que le recuerdan la virtud y lo alejan de lo que es malo para usted.

Tenga cautela con las redes sociales

1. Las redes sociales permiten la difusión de información falsa y poco fiable. Un 49.1% de las personas han escuchado noticias falsas a través de las redes sociales.

2. Las redes sociales pueden llevar al estrés y a problemas en nuestras relaciones en la vida real.

Un estudio de la Universidad de Edinburgh Business School encontró que cuanto más amigos de Facebook tenga una persona, más estresante le resulta usar Facebook. Según un informe del 9 de febrero de 2012 de Pew Internet, el 15% de los usuarios adultos de redes sociales tuvieron una experiencia en uno de estos sitios que causó el fin de una amistad; el 12% de los usuarios adultos tuvieron una experiencia en línea que resultó en una discusión cara a cara; y el 3% de los adultos reportaron una confrontación física como resultado de una experiencia en un sitio de redes sociales.

3. Los sitios de redes sociales atraen a la gente para perder el tiempo.

El 40% de los jóvenes de 8 a 18 años pasan 54 minutos al día en sitios de redes sociales. El 36% de las personas encuestadas consideran que las redes sociales son la «mayor pérdida de tiempo», por encima de los deportes de fantasía (25%), ver la televisión (23%) y hacer compras (9%)[9]. El 42% de los usuarios de Internet estadounidenses juegan juegos como Farmville o Mafia Wars en sitios de redes sociales.

4. El uso de redes sociales en línea puede conducir a trastornos de la personalidad y del cerebro.

El uso de las redes sociales está relacionado con trastornos de la personalidad y el cerebro, como la incapacidad de mantener conversaciones en persona, la necesidad de gratificación instantánea, el TDAH y las personalidades egocéntricas, así como los comportamientos adictivos.

El uso patológico de Internet (causado o agravado por el uso de redes sociales) está asociado con sentimientos de soledad, depresión, ansiedad y angustia general. El Manual Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (DSM) de 2013 está evaluando el «Trastorno de Adicción a Internet» para su inclusión. Un estudio de la UCLA de 2008 reveló que los usuarios de la web habían alterado fundamentalmente las córtex prefrontales debido, en parte, al rápido ritmo de los sitios de redes sociales que conectan el cerebro con la exposición repetida.

5. Los sitios de redes sociales permiten el «sexting», que puede dar lugar a cargos criminales y a la proliferación inesperada de imágenes personales.

Una vez restringido a los textos de teléfonos móviles, el «sexting» se ha trasladado a los medios sociales con los adolescentes publicando, o enviando a través de mensajes, fotos arriesgadas de sí mismos o de otros. En 2008 y 2009, las fuerzas del orden de Estados Unidos vieron 3.477 casos de imágenes sexuales producidas por jóvenes, mientras que 2.291 agencias vieron al menos un caso. Como resultado, los adolescentes y adultos están siendo acusados de poseer y distribuir pornografía infantil, incluso si el adolescente tomó y distribuyó una foto de sí mismo. El 88% de las imágenes sexuales privadas de producción propia publicadas en los medios de comunicación social son robadas por sitios web de pornografía y difundidas al público, a menudo sin el conocimiento del sujeto.

6. Tenga cuidado con la cultura de las celebridades.

Tenga cuidado de no fascinarse demasiado con la cultura de las celebridades. Sí, tristemente, a los musulmanes les gustan los eruditos famosos. La fama es veneno para un erudito, tanto como para cualquier otro. La fama de alguien que parece estar en línea no es una garantía de que lo que está enseñando sea correcto. El famoso «shaij» no es un sustituto del aprendizaje que usted puede adquirir de su Imam o erudito local. Nunca puede aprender modales de un shaij en línea. Si su shaij favorito siempre está publicando lo que come, adónde va, y pidiendo a sus fans que les digan qué oración quieren que haga por ellos durante su viaje de Umrah, busca en otro lugar una guía islámica.

El magisterio de la Iglesia Católica sobre las redes sociales

El concepto «red social» entró en el magisterio de la Iglesia a partir de 2009.

La reflexión en torno al mundo digital ha estado acompañado por el trabajo práctico en él: el portal institucional on line de la Santa Sede nació apenas unos meses después que la world wide web estuviera operando. Y a lo largo de todo este tiempo, también con el desarrollo ulterior y específico de las redes sociales, el empeño evangelizador de la Iglesia ha cobrado forma con proyectos precisos y oficiales en YouTube, Facebook, Blogger y Twitter.

Yendo al punto de la enseñanza de la Iglesia sobre redes sociales, ¿cuál es y en dónde se encuentra? ¿Qué subtemas ha tocado de un modo más incisivo?

El mensaje de Benedicto 2009 se puede considerar de tipo «fenomenológico» pues sustancialmente hace dos verificaciones: una en torno al uso y beneficios cuando dice:

«El fácil acceso a teléfonos móviles y computadoras, unido a la dimensión global y a la presencia capilar de Internet, han multiplicado los medios para enviar instantáneamente palabras e imágenes a grandes distancias y hasta los lugares más remotos del mundo. Esta posibilidad era impensable para las precedentes generaciones. Los jóvenes especialmente se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones. De esta nueva cultura de comunicación se derivan muchos beneficios: las familias pueden permanecer en contacto aunque sus miembros estén muy lejos unos de otros; los estudiantes e investigadores tienen acceso más fácil e inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que contribuyen al progreso social».

Y una segunda que podría llamarse «antropología de las redes sociales» pues parte de la popularidad que éstas tienen y la necesidad humana a la que responden: «su popularidad entre los usuarios responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras. Este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. El deseo de estar en contacto y el instinto de comunicación, que parecen darse por descontados en la cultura contemporánea, son en el fondo manifestaciones modernas de la tendencia fundamental y constante del ser humano a ir más allá de sí mismo para entrar en relación con los demás».

En el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2009 también hace una reflexión-llamada de atención en torno a un concepto en torno al cual suelen girar las relaciones humanas: el de «amistad». Se trata de una profundización ulterior y original que supuso una aportación novedosa por parte del Sumo Pontífice, no sólo en ámbito católico:

«El concepto de amistad ha tenido un nuevo auge en el vocabulario de las redes sociales digitales que han surgido en los últimos años. Este concepto es una de las más nobles conquistas de la cultura humana. En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amistad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano. Por tanto, se ha de tener cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad. Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en deterioro de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela o en el tiempo libre. En efecto, cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo, la consecuencia es que la persona se aísla, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano».

En el mensaje para la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011 (5 de junio de 2011) el Santo Padre volvió a abordar por tercer año consecutivo el campo de las redes sociales. El título del mensaje, «Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital», resultaba ya de por sí indicativo y elocuente pues orientaba la atención a una virtud frecuentemente olvidada en internet: la coherencia.

La primera reflexión se enmarca en la profundización entre tres conceptos: relación, información y «perfil» personal. Dice Benedicto XVI:

«Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales. Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor de información, y la comunicación ya no se reduce a un intercambio de datos, sino que se desea compartir. Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas. Por otro lado, todo ello tropieza con algunos límites típicos de la comunicación digital: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia. El anhelo de compartir, de establecer amistades, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio perfil público».

Más adelante ahonda entre la implicación del anuncio del Evangelio y la coherencia propiamente en las redes sociales (presentada como modo específico de presencia cristiana en ellas):

«Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él. Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza».

La última consideración aborda la cuestión de la relación entre popularidad y verdad:

«Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la popularidad o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento. La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe».

1.- Explica el concepto de Ética y Moral.

2.- Que reflexión extraes del vídeo: «Tu vida en las redes sociales tiene público».

3.- ¿Son perjudiciales las redes sociales ?

4.- Explica las ventajas y desventajas de las redes sociales.

5.- ¿Por qué generan adicción las redes sociales?

6.- ¿Qué es la ética en el uso de redes sociales?

7.- ¿Cuáles son las 3 posturas de vida que propone Savater?

8.- ¿Cuáles son las consecuencias éticas de las redes sociales?

9.- ¿Qué actividades no éticas pueden ocurrir en las redes sociales?

10.- Aportes de las redes sociales a la evangelización.

11.- ¿Qué aportan las redes sociales a la religión?

12.- ¿Cómo debe ser el uso de las redes sociales para los musulmanes?

13.- ¿Qué opinión tiene el Magisterio de la Iglesia sobre las redes sociales?

14.- Conclusión personal de lo expuesto sobre redes sociales.